Matho y Salambó: Pasión en Cartago
Oleajes matutinos dibujan el tiempo en las rocas
Mientras la brisa desgastaba los metales de tu altar,
Serán los vaivenes del mar que mi mano no tocas
Remolinos, marejadas, vientos que sumergen tu andar.
Como un albatros ávido y zigzagueante
Fundías los adoquines de tu vía imaginaria
Dormitando en el lecho de un abismo aberrante,
Dejando caer tu vida baldía y solitaria.
Ni el resplandor de mi espada Púnica
Pudo vencer tus delirios y espectros sugestivos.
Anclada a una roca inerte, vejada y sin túnica,
Perdimos la batalla siniestra, ambos fugitivos.
Evadiendo arrabales con lanza y armadura encendida
Transitamos los campos de agónicos soldados,
Desperdigando de placeres este viaje letárgico y suicida
Donde la dicha esperaba atada, nuestros pasos alados.
Quien más que tú, mi musa volátil e intangible
Dejaste tu huella incrustada sobre mi pecho piadoso y novel,
Ni los rios de sangre me impedirán alcanzar tu fulgor apacible
Ya que los sueños renacerán, y palparan el cielo como nuestra ensoñada Babel... Yantén
Mientras la brisa desgastaba los metales de tu altar,
Serán los vaivenes del mar que mi mano no tocas
Remolinos, marejadas, vientos que sumergen tu andar.
Como un albatros ávido y zigzagueante
Fundías los adoquines de tu vía imaginaria
Dormitando en el lecho de un abismo aberrante,
Dejando caer tu vida baldía y solitaria.
Ni el resplandor de mi espada Púnica
Pudo vencer tus delirios y espectros sugestivos.
Anclada a una roca inerte, vejada y sin túnica,
Perdimos la batalla siniestra, ambos fugitivos.
Evadiendo arrabales con lanza y armadura encendida
Transitamos los campos de agónicos soldados,
Desperdigando de placeres este viaje letárgico y suicida
Donde la dicha esperaba atada, nuestros pasos alados.
Quien más que tú, mi musa volátil e intangible
Dejaste tu huella incrustada sobre mi pecho piadoso y novel,
Ni los rios de sangre me impedirán alcanzar tu fulgor apacible
Ya que los sueños renacerán, y palparan el cielo como nuestra ensoñada Babel... Yantén